¿Se puede diseñar y seguir un entrenamiento para mejorar nuestra capacidad de memorizar?
Bueno, podemos diseñar algo solvente, entretenido y motivador, que estimule y entrene diferentes habilidades cognitivas. Lo de seguirlo e implementarlo es otra cosa, más relacionada con la cada vez más escasa auto-disciplina, o la disciplina a secas (llamémosle constancia).
Si alguien nos solicita que le diseñemos un programa de entrenamiento para su uso o para el de una persona cuya educación tiene en parte a su cargo, o si alguien se propone auto-gestionarse un entrenamiento, tendremos en cuenta varias cuestiones previas.
- La mnemotecnia es una destreza con unas pautas y técnicas fáciles de aprender e implementar progresivamente. La experiencia nos ha enseñado que cualquiera puede memorizar 50 iconos gráficos (niñas de 12 años, adolescentes, adultos…) tan solo explicándoles el procedimiento y guiándoles en su implementación. Antes de 1 hora serán capaces de realizar algo que el mismo día les habría parecido una proeza. Esto sin duda ayuda a tumbar creencias limitantes sobre las propias capacidades cognitivas. Luego la práctica constante consigue unos resultados asombrosos, pero que rara es la práctica constante… aun así se logran grandes avances a corto plazo. Hay mucho material publicado disponible, en sucesivos post iremos compartiendo las técnicas que nos parecen más brillantes.
- Otra cosa es aplicar estas técnicas a los estudios, a las necesidades de un estudiante. Por supuesto hace falta que el que se enfrente a memorizar datos para un examen los haya seleccionado y clasificado, los haya comprendido previamente. Hay que saber leer, seleccionar lo importante, ordenarlo, clasificarlo. Leer, subrayar, hacer esquemas, mapas de ideas. Más técnicas, más herramientas que pueden aprender a usarse, que no son las propias del arte de la memoria. Y más habilidades cognitivas puestas en juego (fundamentalmente el pensamiento lógico, saber razonar correctamente y ¡leer, leer!)
- Bien, si ya manejamos esta caja de herramientas, entonces podemos aplicar la mnemotecnia a nuestros esquemas, a nuestros datos. No es lo mismo memorizar cartas con imágenes que conceptos jerarquizados y ordenados en un esquema. Es necesario adaptar los «trucos» que hemos aprendido a las necesidades reales y adaptar los datos para su memorización. Otro trabajito de flexibilidad y creatividad.
Hasta aquí las técnicas que podemos practicar, pero proponemos un añadido, un acompañamiento a ese aprendizaje de destrezas. Algo más radical, en el sentido de que «va a la raíz». Y es entrenar algunas habilidades cognitivas, las que utilizamos para meter mano a la caja de nuestras herramientas mentales y poder ponerlas en juego.
Hemos organizado las habilidades que podemos aprender a fortalecer y afilar. Esta clasificación sirve para que el explorador ( ya sea autónomo o tutorizado) organice su cuaderno de bitácora, su diario de entrenamientos y pueda registrar los ejercicios cada uno en su categoría, así como los avances y áreas de mejora en dada una de las categorías. Poner un poco de orden y método en el asunto, vaya.
Por supuesto cualquiera puede diseñar sus propios ejercicios, su distribución e intensidad,
Esta categorización sirve para organizarnos. La elegimos porque la hemos utilizado y nos ha funcionado, es válida pero puede haber otras, sin duda.
Áreas de entrenamiento:
1. Atención. Observación. Concentración.
2. Expresión.
3. Canales sensoriales, afinando y coordinando los sentidos.
4. Orientación. Referencias espaciales y temporales. Mapeando.
5. Pensamiento racional: lógica, deducción, inducción, estándares intelectuales, lógica informal (argumentación y falacias)
6. Asociaciones y analogías. Metáforas.
7. Iconización, uso de imágenes, imaginación.
Cada una de estas 7 categorías tiene a su vez subdivisiones más concretas.
Iremos poco a poco profundizando en este boceto. De momento la intención de este escrito es dejar bien clara la diferencia entre:
a) practicar una técnica mnemotécnica, b) aplicarla en un entorno de estudio real y c) entrenar nuestras habilidades cognitivas.
También la de ofrecer una categorización operativa de esas habilidades cognitivas para que cualquiera, utilizando su ingenio y sus recursos, pueda comenzar a entrenarlas de manera metódica y variada. Para que a su obra no le falte «composición».
Que el trabajo os sea propicio y placentero. Salud.